El Cerebro Adicto
El cerebro humano es el
centro del sistema nervioso. Es el responsable de actividades y funciones realmente
complejas e importantes para llevar a cabo nuestro funcionamiento día a día.
Pero, ¿qué pasa cuando este se ve comprometido? Es decir, éste se encuentra
bajo la influencia de alguna adicción.
No solamente nuestro cerebro
se encuentra limitado, también nuestras actividades, nuestro entorno.
Básicamente nuestras vidas se paralizarían.
Incluso, hasta hace unas décadas estos se consideraba un problema de
moral y falta de voluntad debido a todo lo que conlleva una adición. En la
actualidad ya se considera un problema de salud; una enfermedad que hoy en día
ya se conoce un tratamiento adecuado a la adicción en cuestión.
Hoy en día, las adicciones
puede ser tratadas al igual que cualquier otra enfermedad crónica. Y a pesar de
que no se consiga una cura definitiva, una tratamiento puede aumentar el tiempo
de vida y la calidad de esta.
El primer estudio sobre los
efectos de la adicción se remontan al año 1930, cuando aun se creía que la
falta de moral y valores eran el punto de partida de este problema. Y por ende,
en vez de crear un método preventivo y terapéutico, se optaba por el castigo y
se señalaba de manera negativa a las personas que sufrían de adicción. Lo que
propició este cambio de visión fue gracias a la observación de la investigadora
Nora Volkow quien fue la que observó cómo diversas partes del cerebro funcionaban bajo la influencia de las drogas y la causa física
de sustancias. Y de esta manera se desarrollo un entendimiento más profundo de
la necesidad real que ocasiona la adición y porqué por su propia cuenta, a un
adicto, le es imposible dejarlo.
Ya considerada como una
enfermedad crónica, de la misma manera es una que se desarrolla por etapas. En
la etapa inicial se utilizan sustancias para alcanzar la euforia que estas
producen, pero al iniciar un uso diario de manera excesiva, es cuando ya se
crea una dependencia a ella. Es aquí cuando las drogas empiezan a alterar
varias zonas del cerebro y la manera en que esta impiden el funcionamiento de
un adicto. Ahora, tomando en cuenta que las células nerviosas se comunican por
medio de sustancias químicas llamadas neurotransmisores que llevan mensajes
entre ellas, drogas como la mariguana y heroína son formadas por una estructura
química tan similar a una natural que los receptores las aceptan como si fueran
el neurotransmisor. En consecuencia, los
efectos ocasionados impiden una comunicación adecuada.
“El cerebro está condicionado
a repetir conductas que permiten la supervivencia y las drogas actúan
produciendo una activación mucho mayor que la que ocurre en situaciones
naturales de recompensa”, es decir, si se abusa de cualquier sustancia dañina
no solamente las drogas, el cerebro pierde la capacidad de sentir placer de
manera natural. Es aquí cuando la necesidad por un aumento en cantidad de la
sustancia es necesario. El incremento es notorio. Asimismo, el daño que estas
sustancias ocasionan no solamente son físicas sino también psicológicas. La
tolerancia hacia muchas situaciones disminuye y en muchos casos puede provocar
actitudes y acciones que en estado de sobriedad no se llevarían a cabo. Por
ejemplo, la agresividad en una persona puede aumentar, se pueden realizar
delitos por influencia de las drogas o de la abstinencia.
Hoy en día también se conocen
los ambientes que influyen en la salud física y mental, y la propensión a las
adicciones provienen de varios factores biológicos y ambientales. No
simplemente se trata de algunos genes que se encuentre en mal estado , al final se cuenta con miles de estos. Se puede
impulsar una adicción no solamente por una cuestión genética, también depende
en gran parte del entorno. Es decir, si
el sujeto en cuestión cuenta con los genes que generan la adicción, si este
mismo se encuentra en un ambiente tranquilo, libre de violencia, amigos que
consumen y ausencia de supervisión paterna, entre otros, las probabilidades de
que se desarrolle una adicción es casi nula.
La supervivencia paterna,
como previamente mencionado, es una factor muy importante debido a que en la
etapa de la adolescencia es cuando más vulnerable se encuentra una persona y
cuando más adiciones se crea. El cerebro se encuentra en una estado vulnerable
y si este se afecta de manera grave, el daño es irreversible. Y no solo con
sustancias químicas, sino también con patrones de conducta, como la manera en
que se come. En un estudio realizado en el 2010 por investigadores de un
instituto de investigación de California se encontró que los mismo mecanismo
cerebrales que participan en la adicción de drogas también en la compulsión de
comer y el consecuente es el desarrollo de la obesidad.
Todo esto conlleva graves
consecuencias para la salud y relaciones humanas. Es una enfermedad que de
alguna manera paraliza la vida que llevas tú y la que lleva tu círculo íntimo.
Varios circuitos que forman el funcionamiento se ven afectados, talas como los
que se relacionan con la voluntad. Por ende, la forma en que se debe tratar
debe ser personalizada para cada uno de estos circuitos y el adicto en
cuestión. No se debe centrar todo el tratamiento a un factor únicamente, no. Se
tiene que tomar en cuenta cada y uno de ellos para poder lograr un control
exitoso. Se debe tener de manera muy claro que por tratarse de una enfermedad
crónica jamás se encontrará una cura completa. Y no se debe creer que uno es
inmune a recaídas, porque no es así. Pueden sufrir recaídas, muchas en realidad
y esto no debe considerarse como un fracaso, pero como parte inevitable de una
enfermedad de este tipo. Lo importante aquí es reconocer que puede mejorar la
calidad de vida.
Como previamente se mencionó,
nadie es inmune a una adicción pero si existen varias maneras de prevenirlas.
La principal y la más efectiva es el simple hecho de evitar. Evitar todo
aquello que resulta dañino para ti y en cambio promover lo que se sabe que es
positivo. “Todo lo que promueve un ambiente saludable por fuerza va a reducir
el riesgo absoluto de abuso de sustancias”.
¿Por qué
elegí este tema?
En el proceso de elección de
un tema a desarrollar el que más destacó para mi fue el que lleva por título
“El cerebro adicto”, debido a que como un joven universitario y trabajador
conozco la facilidad en la que uno puede caer en hábitos que pueden terminar
perjudicándote en vez de ayudarte. Y al empezar a leer a profundidad fue un
tema que me sorprendió y me ayudó entender de manera concreta y precisa lo que
realmente conlleva una adicción no sólo para el “adicto” pero para todo lo que
forma parte de su entorno.
¿De dónde
partí para empezar a escribir?
Bueno, al finalizar la lectura
del texto decidí redactar este texto académico de forma cronológico, por así
decirlo. Iniciando con el punto de inicio en el formato del texto académico,
pero también en el tema en cuestión. Tratándose de un tema de adicciones, decidí
empezar explicando desde el órgano que afecta principalmente y de ahí partí de
manera en que todo tuviera congruencia y fluyera adecuadamente.
Mothelet Guerrero, Verónica, El cerebro adicto, ¿Cómo ves?, P.P. 1 - 5 FECHA DE
CONSULTA: 14/06/2015